
Súper Paco no era nada “súper”. Era un hombre sencillo, de campo, al que le hubiera gustado estudiar Medicina. Prefería las carreras de montaña al asfalto. No bebia alcohol y corría una media de 25 Km semanales. A los 80 años, afrontó sus duodécimos 101 kilómetros. “No, no me llames Super Paco, que lo que yo hago no es nada especial. En vez de irme al bar a tomar un café, yo me voy a correr. Nada más”. Tan querido por muchos por su autenticidad, sacrificio y entrega al deporte de correr de una manera muy suya muy natural. Siempre estarás en nuestro recuerdo como parte de la historia del atletismo popular de España. Descansa en paz.